martes, 26 de agosto de 2014

Cremas

No es la primera vez en esta aventura que las recomendaciones me suenan a comisiones e intereses, a esos señores con un maletín que esperan a la puerta de las consultas.

Probablemente soy una malpensada y la enfermera S. solo tenía algo de afán de protagonismo cuando dijo que si íbamos a la ortopedia de su parte seríamos "mejor tratadas", y probablemente el hecho de que mi nueva médica me especifique la crema que tengo que comprar para aplicarme durante la radioterapia solo responde a su experiencia vicaria y a un afán incontenible de compartirla. Aún así no deja de incomodarme el hecho de que un profesional de la salud, desde una posición de poder, aproveche el miedo, la ignorancia o la enfermedad, para hacer su propia campaña publicitaria.

"Es cara, la venden en las farmacias y es de precio libre, pregunta en varias para comparar"

Y lo que más me jode es que me la voy a comprar porque necesito confiar en que mis médicos hacen lo mejor para mí y porque, afortunadamente, me lo puedo permitir. No creo que todo el mundo pueda.

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