lunes, 29 de septiembre de 2014

A dieta

Que nadie se asuste... estoy a dieta.

Supongo que la primera reacción es pensar que no es el momento de ponerse a dieta cuando mi cuerpo sigue siendo atacado a diario con tratamientos agresivos y necesita toda la ayuda posible para recuperarse. Pues bien, por eso estoy a dieta.

Hace cuatro semanas, cuando comenzó este mes, decidí aprovechar la pausa pre-radioterapia para volver a hacer algo de ejercicio y organizar mis comidas, echadas a perder desde que me di a los regalices con pica-pica con el lema de "para lo que me queda en el convento me cago dentro". El ejercicio me duró un día porque ese mismo lunes me llamaron para empezar el tratamiento el martes y ese mismo martes me dijeron que nada de piscina ni durante, ni el mes después de radiarme.

La "dieta" se quedó, así como de prueba, y hoy ha cumplido cuatro semanas. Y sí, es verdad que no como algunas cosas que comía (regalices con pica-pica, flashes, patatas fritas, bebidas con gas...  y azúcar y harinas refinadas en general) pero como muchas más de las que comía (verduras, legumbres, pescado, frutos secos...).

Cinco kilos en cuatro semanas... intentando recuperar la anormalidad.

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