viernes, 26 de septiembre de 2014

Si pica...

... es que se está curando.

Y si la ancestral sabiduría materna tiene razón se está curando, lo que no sé es exáctamente qué.

Desde  hace meses (creo recordar que desde después de operarme) tengo picores, picores repentinos e intensos por todo el cuerpo, pero más intensos en los brazos y manos. Parece que están relacionados con el sol, o con el calor, o con el esfuerzo, o con el sudor... o con todo eso. La sensación es la de un enorme sarpullido o unas friegas de ortigas. Supongo que es alguno de los efectos secundarios heredados de la quimioterapia. Será que me estoy curando.

Ahora a mi festival de picores se suma el picor de mi frankensteta, colorada como nunca se puso en años de topless en la playa. El prurito no es muy intenso (de momento), será que se está curando.

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